Rhys Frake-Waterfield, director de la película de terror Winnie the Pooh: Miel y sangre, vuelve a ponerse tras las cámaras para dirigir la secuela: Winnie the Pooh: el bosque sangriento.
Christopher Robin deja a sus amigos Winnie-the-Pooh, Piglet, Owl y Tigger para ir a la universidad, lo que pone en peligro su supervivencia y han de valerse por sí mismos.
En lo más profundo del Bosque de los Cien Acres crece una furia destructiva. Abandonando la oscuridad, el grupo decide llevar su lucha al pueblo de Ashdown, hogar de Christopher Robin, dejando un sangriento rastro de muerte y caos a su paso.