Ines trabaja en una importante empresa alemana con sede en Bucarest. Tiene una vida perfectamente ordenada hasta que Winfried, su padre, llega de improviso y le pregunta si es feliz. Incapaz de contestarle, su existencia se ve conmocionada por la presencia de ese padre del que se avergüenza un poco, pero que le va a ayudar a dar un nuevo sentido a su vida gracias a un personaje imaginario: el divertido Toni Erdmann.
Esperpento y ternura

Carlos Boyero 20 ENE 2017 - 00:18 CEST
La película alemana es una comedia insólita en el mejor sentido.