Ezequiel Radusky dirige la película argentina Planta permanente.
Lila y Marcela trabajan desde siempre como personal de limpieza en un edificio estatal. Conocen sus secretos como nadie y se han inventado una forma de subsistencia al gestionar un comedor absolutamente irregular en un rincón abandonado del edificio.
Pero los tiempos cambian: llega una nueva directora, con sus discursos cínicos, y con ella las promesas vacías, el cierre del comedor y una ola de despidos que destruyen el precario equilibrio, transformando las tareas cotidianas en una lucha por la supervivencia.