Xavier Bermúdez dirige la película Olvido y León, secuela de León y Olvido.
Después de quince años Olvido ha aceptado que su mal no es su hermano gemelo, León, que tiene síndrome de Down.
Podría abandonarlo, pero ha aceptado que su mal son poderes que no conoce y no identifica bien, pero que siente que existen.
Poderes que tejen como una araña una cárcel de insatisfacción social y personal.