Cuando Rebecca se fue de casa pensó que había dejado atrás sus miedos de la niñez. A medida que iba creciendo, cada vez que se apagaban las luces no estaba nunca segura de lo si lo que sucedía era real o no. Ahora su hermano pequeño, Martin, vive los mismos sucesos inexplicables y aterradores que una vez pusieron a prueba su cordura: un ente terrorífico con una misteriosa predilección por su madre, Sophie, ha resurgido.
La demencia quiere oscuridad

Javier Ocaña 19 AGO 2016 - 12:19 CEST
David F. Sandberg ha desarrollado un filme añadiendo al concepto de la oscuridad otra de las cosas que más miedo pueden dar: la locura.