John Chester dirige la película documental Mi gran pequeña granja, en la que recoge su historia real junto a su mujer.
Un día, cuando el ladrido de su perro Todd los lleva a ser desahuciados de su minúsculo apartamento de Los Angeles, John y Molly Chester deciden dejar atrás la ciudad para irse a 200 hectáreas cerca del condado de Ventura, donde van a intentar por todos los medios construir una de las granjas más diversas, y que a su vez esté en completa armonía con la naturaleza.
Sin embargo, las tierras que han elegido están completamente mermadas de nutrientes y han sido azotadas por una brutal sequía.
La historia muestra los ocho años de duro trabajo, así como el desmesurado idealismo de los protagonistas mientras tratan de crear la utopía que anhelan.
Para ello plantan 10.000 árboles frutales y más de 200 tipos distintos de cultivos, y traen animales de todas las especies, como la cerda Emma y su mejor amigo Greasy, el gallo.
Cuando por fin el ecosistema de la granja empieza a despertar de nuevo, también lo hace la esperanza de los Chester, pero su plan de crear una armonía perfecta se ve impedido por unos giros dramáticos en los acontecimientos que les hace comprender que la complejidad y sabiduría de la naturaleza, así como de la propia vida, van más allá de lo que conocían.
![Mi gran pequeña granja](https://cartelera.elpais.com/assets/uploads/2020/01/31030220/F_22379.jpg)
Dentro de la utopía rural
![Dentro de la utopía rural](https://ep00.epimg.net/cultura/imagenes/2020/01/30/actualidad/1580340567_379899_1580385635_portada_normal.jpg)
Elsa Fernández-Santos 31 ENE 2020 - 04:06 CEST
No pretende ser un tratado filosófico sobre la naturaleza sino una especie de guía práctica para afrontar los sinsabores de un proyecto ecológico y sostenible.