Una enfermedad fúngica ha erradicado la voluntad y los sentimientos de buena parte de la humanidad, convirtiéndola en una suerte de zombis. En Inglaterra, unos militares retienen a unos niños, que se resisten a la infección y que están sometidos a todo tipo de experimentos. Entre ellos destaca Melanie, que adora a la profesora Justineau, y que parece tener el futuro en sus manos.
Una más, una menos de zombis

Javier Ocaña 3 FEB 2017 - 00:18 CEST
La película británica, nuevo acercamiento a los muertos vivientes, aguanta solo durante la primera media hora, lo que dura su premisa, inicialmente interesante.