Una mañana cualquiera, el músico Mikel Urgangarín comienza una conversación por Skype con el pintor Alain Urrutia. Urrutia tiene un regalo especial para el cantante: un lienzo. Sin embargo, la única condición para conseguirlo es viajar a Londres a por él. Mikel acepta el reto y, mientras su anfitrión se prepara para la llegada de su invitado, el público se embarca en dos viajes paralelos. Uno de ellos permite conocer el día a día de Alain Urrutia y el otro muestra una visión totalmente distinta, protagonizada por Mikel Urdangarín.
La pincelada de una canción
Javier Ocaña 22 MAR 2019 - 03:10 CEST
Es una calmada película documental sobre un intercambio de obras, filmada con estructura de 'road movie'.