Aitor Arregi y Jon Garaño escriben y dirigen la película Marco, en la que Eduard Fernández se mete en la piel del personaje real Enric Marco, un deportado que nunca existió, un hombre que durante años fue capaz de mantener, ante la opinión pública y su propia familia, una mentira difícil de imaginar: que había sido prisionero en un campo de concentración nazi.
Carismático y convincente, Marco ascendió a la presidencia de la Asociación Española de Víctimas del Holocausto, donde se convirtió en una figura destacada y admirada por su supuesta valentía y sufrimiento.
Hasta que un día un historiador descubre que su relato es completamente falso.