La relación de una pareja es puesta a prueba cuando unos invitados inesperados llegan a su casa e irrumpen en su tranquila existencia.
El trauma inabarcable

Javier Ocaña 15 NOV 2019 - 03:48 CEST
La película provoca en todo momento un sentimiento que va de la inquietud a la extrañeza, pero, tras esa bendita perplejidad, no pocas veces surge también la frustración.