Lazzaro, un joven campesino de excepcional bondad, vive en La Inviolata, una aldea que ha permanecido alejada del mundo y es controlada por la marquesa Alfonsina de Luna. Allí, la vida de los campesinos no ha cambiado nunca, son explotados y, a su vez, abusan de la bondad de Lazzaro. Un verano, se hace amigo de Tancredi, el hijo de la marquesa. Entre ellos surge una amistad tan preciosa que hace viajar a Lazzaro a través del tiempo y lo lleva a conocer el mundo moderno.
La bondad inmortal
Jordi Costa 12 NOV 2018 - 11:30 CEST
El Lázaro del título encarna una serie de conceptos que cotizan a la baja en el cine de la posmodernidad: la bondad, la pureza, acaso la santidad.