Aisholpan, una joven de 13 años, decide entrenar para convertirse en la primera mujer cazadora de águilas en 12 generaciones de la familia Kazakh, una tradición que había sido heredada de padres a hijos durante siglos. Aunque hay muchos cazadores de águilas que rechazan vehementemente la idea de que una mujer participe en su antigua tradición, el padre de Aisholpan cree que una niña puede hacer lo mismo que un niño siempre y cuando tenga suficiente voluntad y coraje. El verdadero desafío llega con el rito de iniciación de todo cazador joven, participar en una cacería en las heladas montañas, soportar temperaturas de 40 bajo cero y viajar por parajes donde abundan los peligros. Solo así se puede demostrar si es una verdadera cazadora de águilas.