Años setenta. Ron Stallworth se convierte en el primer detective afroamericano del Departamento de Policía de Colorado Springs. Decide infiltrarse en el Ku Klux Klan y ponerlo al descubierto. El joven detective no tarda en reclutar a un compañero con más experiencia, Flip Zimmerman, para obtener una preciada información. Unen sus fuerzas para derribar a una organización extremista llena de odio cuyo auténtico objetivo es adaptar su violenta retórica para atraer a mucha más gente.
La tragedia de lo delirante

Javier Ocaña 12 NOV 2018 - 11:30 CEST
El conjunto, tan desigual como interesante, se eleva al final con unas imágenes que trastocan las sensaciones que estaba dejando la película.