Guardianes del museo es una película rusa de animación dirigida por Vasiliy Rovenskiy que cuenta la historia de Vincent, un joven gato, que se une a un pequeño ratoncito llamado Maurice, para escapar de una inundación en la isla donde viven en un viejo piano.
Un grupo de marineros recoge el instrumento y lo envía al museo. Allí, Vincent conoce a un escuadrón de gatos de élite que ha estado protegiendo las obras maestras de roedores y otros animales durante años.
Vincent sueña con encontrar una verdadera familia de gatos sin perder a su amigo Maurice que le salvó la vida, por lo que se ve obligado a esconderlo. Pero su amigo tiene una debilidad: roer las obras maestras más famosas.
Todo se complica cuando una de las mejores pinturas del mundo, La Gioconda, es llevada al museo.