El último arquero es una película documental dirigida por Dácil Manrique de Lara, que regresa a la isla de Gran Canaria para hacerle un regalo a su abuelo: devolverle la memoria que perdió años atrás.
En un conmovedor e intimista retrato del artista canario Alberto Manrique, Dácil invita a realizar un viaje de exploración al pasado.
Entre conversaciones, cintas de Súper 8 y los diarios de sus abuelos Alberto y Yeya, Dácil se reencuentra con recuerdos tan bellos como dolorosos y descubre una realidad llena de magia: que el arte de su abuelo tiene un poder, el poder de sanar.