Ricardo Gómez encarna en El sustituto a un joven policía curtido en los barrios más duros de Madrid que acepta un destino en un pequeño pueblo de la costa, con la esperanza de curar a su hija y ganar calidad de vida.
Una vez allí, se ve envuelto en la investigación de la extraña muerte del inspector al que tiene que sustituir.
Poco a poco, las pruebas y su intuición le llevan a un hotel de playa donde una comunidad de ancianos nazis, reclamados por muchos países por crímenes contra la humanidad, vive un retiro paradisiaco y feliz.
