La amistad entre una Niña, a la que su exigente madre está preparando para vivir en el mundo de los adultos, y su vecino, un anciano Aviador, bondadoso y excéntrico, que revela a su nueva amiga un mundo extraordinario donde todo es posible. Un mundo que él conoció hace mucho tiempo gracias al Principito. Ahí es donde empieza el viaje mágico y emocional de la Niña al universo del Principito, que la lleva a reencontrarse con su infancia y acaba comprendiendo que lo más importante son las relaciones humanas, y que solo se ve bien con el corazón porque lo esencial es invisible a los ojos.
La infancia reconquistada

Jordi Costa 9 SEP 2016 - 00:18 CEST
En su heterodoxa adaptación cinematográfica, Mark Osborne ha querido imaginar al personaje varado en una de esas espantosas posibilidades de futuro que confesaba temer.