Sebastián Muñoz debuta en la dirección con el drama El príncipe, sobre un veinteañero solitario y narcisista, Jaime, que acuchilla a su mejor amigo llamado el Gitano en un aparente arrebato pasional.
Condenado a prisión, conoce al Potro, un hombre mayor y respetado, a quien se acerca desvelando una profunda necesidad de cariño y revelando, a la vez, su feroz deseo de reconocimiento.
Juntos establecen una estrecha relación de amor negro, como le llaman en la cárcel, lo que permite a Jaime, ahora conocido como el Príncipe, descubrir los afectos y lealtades, enfrentando al mismo tiempo las luchas de poder tras las rejas.
La sórdida ansiedad
Javier Ocaña 10 ENE 2020 - 04:08 CEST
'El príncipe' siempre resulta alicorta en su retrato de una realidad social y carcelaria que se antoja grueso, y de una pasión sentimental complicada de entender.