El hijo del acordeonista es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Bernardo Atxaga.
David Imaz tuvo que huir del País Vasco a mediados de los setenta, repudiado por los suyos, acusado de traición.
A pesar de encontrar la felicidad en California, su pasado le sigue pesando y el sentimiento de culpa no le permite afrontar con serenidad sus últimos días de vida.
Joseba Altuna, su amigo de la infancia, acude a despedirse de él y, de paso, a ajustar cuentas pendientes.
Han pasado mucho tiempo sin verse, pero llegó la hora de enfrentarse a la verdad.
El cine que se cuenta
Javier Ocaña 12 ABR 2019 - 03:28 CEST
Con el eje de la estructura en los años noventa, y volviendo una y otra vez a los años setenta y cincuenta, el filme nunca fluye como relato.