Jesse James ha sido una de las genuinas y primeras celebridades de Estados Unidos. Se han escrito innumerables libros e historias que hablan sobre el forajido más famoso de América, pero la mayoría de ellos contenían sólo referencias secundarias de la verdad. Para aquellos a los que robó y atemorizó y para las familias de los que reconoció haber matado puede que fuera tan sólo un criminal, pero en los artículos de los periódicos sensacionalistas que informaban sobre la Banda de James a lo largo de los años de 1870 Jesse era objeto de temor reverencial y admiración. Jesse James tenía como objetivo a los propietarios de bancos y ferrocarriles que explotaban a los pobres granjeros. Fue un hombre con una causa trágica, un soldado confederado herido y defraudado luchando contra la Unión que había arruinado su vida. Él era un hombre de la frontera, un símbolo de libertad y del espíritu americano, un rebelde carismático que se burló de la ley y vivió bajo sus propias reglas. El más destacado entre sus admiradores era Robert Ford, un joven idealista y ambicioso que dedicó su vida a la esperanza de que, algún día, cabalgaría junto a su ídolo. Nunca podía haber imaginado que la historia finalmente le señalaría como el cobarde que disparó a Jesse por la espalda. La cinta hurga en la vida privada del fuera de la ley más famoso de América y de su insólito asesino para ofrecer una nueva perspectiva de la leyenda y centrar la pregunta sobre lo que verdaderamente pudo haber sucedido los meses anteriores al infame disparo.