Gabriel Mascaro (Boi neón) dirige Divino amor, una película ambientada en el año 2007, en un Brasil donde la iglesia evangélica se ha integrado en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Joana es una mujer de 42 años que usa su puesto de trabajo para avanzar en su misión de salvar a las parejas que luchan por el divorcio.
Mientras espera una señal en reconocimiento por sus esfuerzos, se enfrenta a la crisis en su propio matrimonio, que termina por dejarla aún más cerca de Dios.