Bomb City es la ópera prima de Jameson Brooks.
Invierno de 1997. Amarillo, Texas. Brian Deneke es conocido por su cresta verde y su pasión por la música punk. Organiza conciertos con sus amigos en un lugar ruinoso conocido como Bomb City, donde los asiduos se niegan a ajustarse a la cultura conservadora que los rodea.
Su presencia y estética agitan la intolerancia de la comunidad, sobre todo la de un grupo de deportistas de secundaria conocidos como white-hatters.
Comienzan así una serie de peleas callejeras entre ambos grupos que culminarán en uno de los crímenes de odio más polémicos de la historia estadounidense reciente.
Un chivo expiatorio
Jordi Costa 15 FEB 2019 - 03:04 CEST
No deja de resultar discutible que Brooks omita todo claroscuro en la descripción de buena parte de sus personajes.