Crecer nunca es fácil, y para Jamie, puede ser más complicado. Durante las vacaciones, Jamie pasa tiempo con su prima Allie y su nuevo novio, Dan. A los 14 años, Jamie no está muy entusiasmado con la presencia de Dan, pero pronto descubre que el joven de 26 años lo impresiona con sus habilidades y su actitud madura. A medida que pasan los días, se desarrolla un vínculo especial entre ellos, y lo que comienza como una simple admiración se convierte en una conexión profunda que desafía las expectativas de Jamie. Este vínculo lo lleva a un proceso de autodescubrimiento y aceptación que significa mucho más de lo que está listo para admitir. La presencia de Dan se convierte en un catalizador para que Jamie reconozca su verdadero yo, enfrentando sus inseguridades y aprendiendo a aceptarse a sí mismo.