Ningún artista definió la Roma del siglo XVII mejor que Gian Lorenzo Bernini, trabajando bajo nueve papas y dejando una huella indeleble en la ciudad eterna. Probablemente no hay mejor lugar para apreciar su talento y genio que la Galería Borghese en Roma, construida por su primer patrón, el cardenal Scipione Borghese, donde Bernini reveló su talento para capturar la tensión y el drama en piedra.