Andreas Fontana dirige Azor, una película ambientada en Argentina, en diciembre de 1980.
El banquero privado Yvan De Wiel llega desde Ginebra para sustituir a su socio que ha desaparecido misteriosamente en la Buenos Aires militar.
Moviéndose por una sociedad vigilada, se encuentra desenredando una siniestra red de colonialismo, altas finanzas y la guerra sucia de una nación.