Jaione Camborda dirige Arima, una película en la que las vidas de cuatro mujeres y una niña se ven alteradas por la llegada inesperada de dos forasteros.
Uno de ellos huye del otro, escondiéndose por el pueblo como un ser fantasmagórico y de dudosa existencia.
El otro, un hombre herido y con un arma, perturba de diferentes formas la vida de las mujeres.
Todo se mueve en la frontera entre lo real y lo imaginado, entre la pesadilla y el sueño, entre el miedo y el deseo.
La abstracción gallega
Javier Ocaña 8 FEB 2020 - 03:11 CEST
El genuino estilo de buena parte del cine creado en Galicia en los últimos años resulta contagioso.