Carlos y Paco son dos hermanos muy diferentes. Emprendedor e independiente el uno, apocado y apegado a su madre el otro. Lo único que les une es su ansia por heredar el edificio de apartamentos del que es dueña la matriarca del clan, Doña Pura. Cuando parece que la madre ha pasado finalmente, después de una larga e interminable agonía, a mejor vida, los dos hermanos inician una desquiciada carrera por liquidar lo más rápido posible la herencia: un edificio lleno de inquilinos de renta antigua que no tienen adónde ir. Lo que no saben Carlos y Paco es que su madre se lo va a poner difícil hasta el último aliento, y que si se descuidan, puede ser ella quien les entierre.