Arturo Prins dirige la película Estado impuro.
En un campo a las afueras de Buenos Aires, Daniel, artista y apicultor, invita a comer a dos parejas amigas.
Daniel quiere presentarles a su nueva pareja, Alexandra.
El día transcurre sin problemas, pero todo empieza a cambiar cuando Alexandra llega acompañada con un apuesto compañero, Jacobo, que parece que también es su pareja.