Vincent Machot se sabe su vida de memoria. La pasa entre su peluquería, su primo, su gato y su madre, demasiado dominante. Pero a veces la vida depara sorpresas, incluso a los más prudentes. Se cruza por casualidad con Rosalie Blum, una mujer misteriosa y solitaria que está convencido de haber visto antes. Intrigado, decide seguirla a todas partes con la esperanza de saber más de ella. No es consciente de que este seguimiento va a llevarle a descubrir a personajes tan excéntricos como apasionantes. Una cosa está clara: la vida de Vincent Machot va a cambiar.
La pasión de observar al otro
Javier Ocaña 12 ABR 2017 - 16:17 CEST
Existencias marginales, grisáceas, sin aparente interés, que acaban revelándose como objeto del más fascinante de los espionajes.