David (Gary Oldman) es, en la película La posesión de Mary, un humilde marino que busca una vida mejor para su familia
Tras quedar prendado de un viejo barco de vela, cuya historia está sumida en el misterio, David convence a su mujer de que comprar el velero puede ser su billete a la tan ansiada prosperidad.
Pero, poco después de hacerse a la mar con él, extraños e inquietantes sucesos comienzan a aterrorizar a David y su familia, haciendo que se vuelvan unos contra otros.
Cuando el barco se hace ingobernable, se confirma que la familia está siendo atraída hacia un mal aún mayor que les aguarda en la oscuridad del mar abierto.
La película está coprotagonizada por Emily Mortimer.