Al poco de mudarse con su esposa Rachel y sus dos hijos pequeños, procedentes de Boston, a un recóndito paraje de Maine, el doctor Louis Creed descubre un misterioso cementerio escondido en lo más impenetrable del bosque, a escasa distancia del nuevo hogar familiar. Cuando la tragedia alcanza a la familia, Louis recurre a su peculiar vecino, Jud Crandall, y provocan una peligrosa reacción en cadena que desata una insondable fuerza maléfica con espantosas consecuencias.
La pérdida (ir)reparable
Javier Ocaña 5 ABR 2019 - 03:11 CEST
El incomparable dolor de perder a un hijo o una hija pequeños. Un trauma irreparable. O quizá no.