El legendario sicario John Wick se ve forzado a abandonar su retiro por un antiguo socio que trama hacerse con el control de una siniestra cofradía internacional de asesinos. Obligado a ayudar por un juramento de sangre, John viaja a Roma, donde se enfrenta a algunos de los asesinos más letales del mundo.
Forma pura en pura forma
Jordi Costa 21 ABR 2017 - 00:17 CEST
Ahonda en el desprecio a toda voluntad realista y refuerza un cierto espíritu 'slapstick' en el sustrato cómico de muchas situaciones.